viernes, 30 de octubre de 2009

Los Evangelios



Ya hemos visto como fue que nos llego la Biblia, ahora entraremos al estudio de la misma, empezaremos con el N.T., y según el acomodo que tenemos de los libros, empezaremos con los evangelios, pero antes de entrar de lleno con el estudio del primer libro de los evangelios, explicaremos brevemente porque cuatro Evangelios.

Los cuatro Evangelios son escritos singulares en su género que, en su conjunto, nos proveen de la única información directa que poseemos sobre la gran intervención salvadora de Dios en el mun­do en la persona de su Hijo. Es verdad que se hallan unas breves referencias al Cristo en escritos extra-bíblicos del primer siglo, pero no añaden nada a lo que se desprende de la presentación cuádruple del Dios-Hombre en los cuatro Evangelios. Estos cuatro Evangelios, pertene­cen al género biográfico en cierto sentido, ya que describen el nacimiento y las actividades de Jesucristo; pero hemos de notar que no pretenden presentar vidas completas del Maestro, sino que los autores humanos, bajo la guía del Espíritu Santo, selec­cionan ciertos incidentes y enseñanzas que demuestran la reali­dad de la revelación de Dios en Cristo, sin ninguna intención de agotar el material: cosa que, según el apóstol Juan, habría sido imposible, tanta era la riqueza de obra y palabra del corto perío­do del ministerio del Verbo encarnado en la tierra (Juan 21:25).
Es notable que los cuatro evangelistas describen la pasión, la muerte expiatoria y la resurrección del Señor con gran lujo de detalle, por hallarse en esta consumación de la obra de Cristo la esencia misma del EVANGELIO.
Por el hecho de presentar la persona y la obra de Jesucristo, quien es el único fundamento del Evangelio, estos cortos escritos fueron llamados «los Evangelios» por los cristianos del primer siglo.
La palabra «Evangelio», como todos saben, significa «Buenas Nuevas», pero son buenas nuevas muy especiales, ya que se trata del mensaje salvador que Dios se digna hacer llegar al hombre, a pesar de su rebeldía.
Los tres primeros Evangelios (Mateo, Marcos y Lucas) se llaman «sinópticos» «

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