viernes, 30 de octubre de 2009

La encarnación de Cristo (Mateo 1:18-25)



18El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
19José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
20Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.
24Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
25Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.
Recordemos que en los primeros versículos del capítulo 1, Mateo emplea una genealogía para convencer al pueblo judío de que el Mesías había venido, mostrando una genealogía que enfatiza la relación de Jesús tanto con Abraham, el «padre» de la raza, de quien es la Simiente prometida, como con David, a quien fue concedido el «pacto del Reino», de quien es el Hijo real, consu­mación del ideal del Rey que funda un reino eterno.
Ahora les habla del misterio de la encarnación de Cristo y lo hace con lujo de detalle, comienza con la frase “El nacimiento de Jesucristo fue así” fue así, es decir, fue exactamente de esta manera, no duden, no intriguen, no injurien, no traten de adivinar que paso según el pensamiento humano, “fue así” fue algo divino, fuera del alcance de comprensión de la mente humana, pero lleno del poder infinito de Dios.
Después entra en el detalle de la condición civil de María. Estaba desposada, es decir, comprometida en matrimonio. El desposorio era más que una sencilla promesa de matrimonio, era un pacto que no se podía romper, Después del exilio de Israel los desposorios incluían un documento escrito y firmado de matrimonio. (Papelito habla), pero hay que diferenciar, Los des­posorios no eran lo mismo que el matrimonio. Por lo menos pasaba un año entre uno y otro. Es decir, desposar a una espo­sa, hacer un compromiso matrimonial sin llegar a convivir todavía como pareja, no es lo mismo que tomarla en matrimonio efectivo. Fue durante este pe­ríodo de un año, entre el desposorio y el matrimonio, que María se halló haber concebido un hijo por el Espíritu Santo (Mat. 1:18), por eso Mateo aclara: Antes que se juntasen, antes que se consumara el matrimonio.
¡Qué peligro corría María cuando se descubriera que estaba embarazada y aún no se había consumado su matrimonio! De acuerdo a la ley de Moisés (Dt. 22:23-24), debería morir apedreada.
María sabía que en su vientre se estaba formando un ser engendrado por El Espíritu Santo, que ella era sin culpa, y aunque sabia lo que podía pasarle, estaba plenamente convencida de que Dios la protegería.
Ahora Mateo habla de José, la reacción de este al enterarse de que María estaba embarazada fue dejarla secretamente, nos dice Dios que él era varón justo y no quería infamarla, es decir no quería denunciar el acto sabiendo el resultado que le acarrearía esto.
Quiso entregarle la carta de repudio delante de dos testigos que Moisés les mandó (Dt. 24:1-4), no hacerlo público, arreglar el asunto en privado, sin hacer tanto ruido, sin hacer escándalo.
Y pensando él en esto, Dios le habla por medio de un Ángel de Dios.
El Ángel se dirige a José, como hijo de David, primero para recordarle que era descendiente de gran estirpe, segundo para mostrarle que de la descendencia rey David, como dicen las escrituras nacerá el Mesías.
Después, le pide no tener miedo de continuar con el compromiso de matrimonio, sino de seguir adelante, le aclara que el embarazo de María, no fue porque ella lo hubiera engañado, sino que por obra del Espíritu Santo es que ella había concebido. Y que por esa cuestión, ella daría a luz al Salvador del mundo.

Dios les bendiga

Artemio Gonzáles Treviño

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