martes, 27 de octubre de 2009

Hermano Matías Costilla Amador; (2 de 3 partes)

Nuestro hermano había gozado de muchos privilegios y bienes materiales al estar trabajando en lo secular y por consecuencia la hermana Virgina gozo de toda esa opulencia.

Cuando ellos recibían ofrendas de amor ella le decía que el no había trabajado por ello y no quería recibirlas, hasta un día que el hermano le dijo
Que eso solo era orgullo que había en su corazón. Y así un día Dios toco su corazón y quito el orgullo y le dio un corazón dispuesto y entendido el cual le incito a también ir a prepararse para la obra de Dios.

Siendo ambos (Hna. Virginia y Hno. Matías) aun estudiantes y no teniendo donde reunirse para realizar un culto, Dios siguió proveyendo y les dio un gran árbol…. Si, un frondoso árbol….. un Huisache donde realizaron su primer culto, al cual llegaron algunas señoras y niños. Entonces una de las personas que ganaron para Cristo les ofreció un pequeño cuarto para llevar a cabo los cultos. Allí el hermano Matías ministraba mientras la hermana tenia la clase con una gran cantidad de niños, adivinen donde????.......Si, una vez mas debajo de un Huisache.

La hermana nos cuenta con gran emoción como se lleno de personas ese “cuartito” y como Dios obro en sus vidas para empezar a realizar esa gran tarea que El ya tenia preparada para ellos. Obra que empezaron desde abajo, solo con la provisión de Dios y con la fe de que El iría delante de ellos.

Nuestros hermanos tenían y tienen un gran Amor a la obra de Dios que fue lo que los motivo para empezar a trabajar aun siendo podríamos decir “inexpertos”, pero ahí pudimos ver como lo poco siempre es multiplicado cuando se pone al servicio de Dios.

Y al darse cuenta el pastor David y un misionero que estaba con el todo lo que ellos habían llevado a cabo lloraron al ver el numero de gente que ya se congregaban con ellos y que ya había 12 personas que querían bautizarse, q el hermano Matías al tener esa necesidad y al no ser aun ordenado tenia que canalizarlos a la persona indicada, su pastor.

Es sorprendente escuchar todo esto, pero aun es mas emocionante saber que incluso un sacerdote se admiraba de lo que con tan poca experiencia ellos habían logrado. Ellos trabajaron humildemente y Dios obro y fueron exaltados delante de los demás compañeros del instituto por todo lo que habían llevado a cabo.

Tarea que llevaron a cabo prácticamente solo con la ayuda de Dios pues como ganaban muy pocas almas no recibían apoyo. Comenta la Hna. Virgina que al pedírseles el reporte de las almas salvas ella se sentía triste pues reportaban muy pocas (2 o 3) y os demás reportaban 10 o 15 pero nunca se sabia donde estaban esas almas salvas. Sin embargo, las pocas almas que ellos ganaban ya se congregaban y se unían al cada vez mas grande grupo, por lo cual el pastor David se maravillaba de lo que Dios les había permitido hacer y nunca se envanecieron ni pretendieron ser mas que los demás.

En todo ese tiempo la mano de Dios estuvo con ellos y los sustentaba con una ofrenda de amor que unos hermanos al ver su testimonio y entrega al Señor les daban, hermanos de los cuales nunca han sabido sus nombres.

Paso el tiempo y los hermanos tuvieron hijos y aun con todos ellos, salían a Zacatecas a apoyar en las escuelitas. La hermana Virgina era quien se encargaba de todo….desde hacer las aguas, la comida, dirigir, enseñar el texto, dar la clase y por si fuera poco cuidar a sus hijos. Mientras tanto el hermano iba a otros ejidos a colaborar.

Al estar estudiando les era muy difícil poder obtener lo que necesitaban para seguir preparándose (todo el material que les pedían en el instituto) y aun también le pedían que estudiaran ingles y música. Es por eso que nuestro hermano sabe tocar el violín y la guitarra, ya que en los cultos el era quien hacia todo, dirigía, tocaba, predicaba, etc.

Nuestros hermanos siempre andaban juntos para donde quiera que iban, unas personas no cristianas les decían que siempre cargaban sus libros negros (las Biblias) y que los admiraban mucho. Podemos ver que aun gente inconversa tiene gran respeto y admiración hacia ellos por la forma en que se han conducido y principalmente por su testimonio y la forma en que Dios ha obrado maravillosamente en sus vidas.

Solían regalar nuevos testamentos por los ejidos, la hermana cargando en un brazo a su hijo pequeño (Jesús) y en el otro los testamentos, comenta que ella solo les decía: “Tengo un regalo para usted, puede tomarlo por favor!!!!” y así seguía caminando y caminando hasta que los repartía todos.

También estuvieron en Galeana en Potrero donde tenían que cargar muchas cosas que necesitaban para ir hasta ese ejido. Tenían que caminar 18 km para llegar y 18 km para regresar en la noche. En una ocasión que ya iban de regreso, la camioneta en que iban se descompuso y tuvieron que quedarse en la noche cerca de un río, con hambre, sed, pasando desvelos, frío, etc y todo por hacer la obra de Dios…..¿no les recuerda a alguien que también paso cosas similares y peores?, los podríamos comparar con Pablo, verdad??

Hna. Ana Edith Gaspar Rodríguez

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