lunes, 2 de noviembre de 2009

Deja que los muertos…


Se acerca el “tradicional” día de muertos, fecha en que la gente acude a los panteones a visitar la tumba de algún ser querido, algunos las arreglan, otros más allá de eso, se postran, hacen rezos y hablan ante la tumba de esa persona, pensando que los escucha, otros les dejan alimentos creyendo que los muertos se levantarán para comer (aunque la verdad es que esos alimentos se los comen los vivos). Algunos lo hacen por ignorancia; otros lo hacen aun conociendo la verdad. Pero… ¿Qué nos dice la Biblia acerca de los muertos?
En génesis 2:7 dice que Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida (esto es dándole un espíritu de vida). Eclesiastés 12:7 dice que el polvo vuelve a la tierra como era y el espíritu vuelve a Dios que lo dio. El mismo David platicando con Dios le dijo: ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? (salmo 30:9)
Uno de los que querían seguir a Jesús le dijo: Señor, déjame primero que vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú vé y anuncia el reino de Dios (Lc. 9:60). Dios quiere que nosotros le adoremos, alabemos y glorifiquemos; y que anunciemos su Verdad, Él quiere que ganemos almas mientras nos da la vida aquí en la tierra. El único Dios verdadero, el Dios todopoderoso, el Dios vivo se agrada de que, en vida, le demos la honra y gloria que sólo Él merece, porque por su voluntad existen todas las cosas, y por su voluntad fuimos nosotros creados. Él nos ha llamado a salvación,
¡Gracias a Dios por ello!
Amados hermanos, yo los invito a
alabar, glorificar y a anunciar la palabra
de Dios con nuestras vidas

Esperando que estas palabras
hayan sido de Bendición a sus vidas,
me despido:

Hermano José Juan Vázquez G.

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